La separación es un momento delicado para toda la familia, trayendo conflictos que pueden convertirse en casos de alienación parental irreversible.
Los niños crecen y aprenden observando a sus padres y necesitan de ambos para desarrollarse plenamente, vivan juntos o no.
Existen ciertos tipos y niveles de alienación parental, y pueden pasar desapercibidos hasta que se encuentran en una etapa avanzada. Por eso debemos observarnos a nosotros mismos y a todos los que conviven con el niño.
Hay dos ejemplos clásicos de alienación parental leve:
– La primera, muy común y sutil, es cuando el tutor tiene la custodia del niño y no informa al otro padre de eventos escolares y otras actividades en la vida del niño.
– La segunda, cuando convencen al niño de que el hogar de uno de los padres está lleno de responsabilidades, mientras que el hogar del otro familiar está lleno de libertad y libre de reglas.
En este sentido, muchas veces uno de los padres o tutores actúa en contra del otro, incitando al niño a comprender que el padre o la madre son malas personas, que dañarán su realidad y le harán la vida difícil. Mientras tanto, la otra parte parece ser responsable de tu felicidad y disfrute.
Muchas veces, cuando el dolor nos consume, decimos y hacemos cosas sin pensar y sin considerar las consecuencias. Es por eso que siempre debemos evaluarnos a nosotros mismos para no actuar de manera perjudicial para quienes más amamos.
Los niños son vulnerables en este mundo conflictivo de adultos y pueden recibir información incorrecta de adultos cercanos que no son necesariamente sus padres, como abuelos, tíos, hermanos y primos.
Por ello concluimos este artículo subrayando la importancia del autoconocimiento, la ayuda profesional y la atención a todo lo que nos rodea a nosotros y a los niños.
Si crees que estás pasando por esta situación o conoces a algún familiar en esta situación, busca orientación profesional en el colegio, organismos de salud psicológica y asistencia jurídica y social.
Manutención de los hijos en caso de divorcio
Es importante garantizar la manutención de los hijos después de un divorcio para asegurar su bienestar económico y emocional. El objetivo es asegurar que los hijos sigan recibiendo el apoyo que necesitan para crecer, sin importar los cambios en la familia. La manutención cubre los gastos esenciales como comida, vivienda, salud, educación, ropa y otros costos necesarios para el día a día.
Factores que influyen en la manutención de los hijos.
Los ingresos de los dos padres.
Los ingresos de los dos padres se tienen en cuenta por los tribunales al determinar la cantidad de la pensión alimenticia. El fin es repartir de forma justa los gastos del niño para garantizar que sus necesidades sean cubiertas apropiadamente. La contribución de cada padre se ajustará según sus ingresos, incluso si uno de ellos gana menos.
El niño tiene necesidades que deben ser atendidas.
También se consideran los gastos específicos para el cuidado del niño. Esto abarca la alimentación, la educación, la atención médica, las actividades después de clases y cualquier requerimiento especial, como terapias médicas o educación adaptada.
Duración de la custodia.
El tiempo que los padres pasan con sus hijos también afecta a la manutención. Si un padre tiene la custodia principal y el otro tiene menos tiempo de visita, es probable que el padre con menos custodia pague más manutención. Cuando se comparte la custodia, la cantidad de manutención puede ser modificada para reflejar de manera más justa los gastos de los niños.
La forma en que el niño vivía antes.
Los tribunales se esfuerzan por asegurar que los hijos mantengan el mismo nivel de vida que tenían antes del divorcio. Si los niños estaban acostumbrados a un cierto estilo de vida, como asistir a colegios privados o participar en ciertas actividades, la pensión alimenticia puede ajustarse para mantener ese nivel.
¿Qué incluye la pensión alimenticia para los hijos?
Necesidades básicas como la alimentación, vestimenta y productos de higiene son esenciales para cubrir las necesidades diarias.
Los pagos de manutención suelen cubrir los costos de escuela, útiles, actividades y en ocasiones, gastos universitarios.
Atención médica: Cubre seguros médicos, consultas con doctores, odontólogos, tratamientos específicos y medicamentos.
Los gastos relacionados con la vivienda del padre que tiene la custodia principal, como el alquiler o la hipoteca y los servicios básicos, se consideran al calcular la manutención.
En ocasiones, la manutención puede incluir los costos de transporte del niño, como los viajes para ir a la escuela o para las visitas entre padres divorciados.