Los beneficios que aporta la actividad física, especialmente en los niños que comienzan a practicarla a edades tempranas, perduran para toda la vida.
El ejercicio físico es sumamente importante en todas las etapas de la vida, sin embargo, de los 5 a los 7 años aún no es una edad recomendada para practicar ejercicios o deportes que den resultados, ya que pueden perjudicar el desarrollo de algunos grupos musculares.
Entre los beneficios que trae la actividad física podemos mencionar algunos como fortalecer músculos y huesos en formación y desarrollo, favorecer el desarrollo psicomotor y la conciencia corporal, prevenir la obesidad infantil y además es un gran aliado en la socialización de los niños.
Padres, aprovechen que sus hijos tienen mucha energía, disposición y vigor y cultiven este hábito, asegurando así un crecimiento óptimo y una vida adulta más saludable.
Beneficios de la actividad física en la infancia
La actividad física en los niños es esencial para su desarrollo integral y tiene efectos positivos que se extienden a lo largo de toda la vida. Aunque en las edades tempranas, especialmente entre los 5 y 7 años, los ejercicios específicos o deportes de alto rendimiento no son recomendables, la actividad física moderada es altamente beneficiosa. En esta etapa, los niños están en pleno crecimiento y sus músculos, huesos y sistema psicomotor están en desarrollo. Actividades físicas adecuadas ayudan a fortalecer estos sistemas sin comprometer el desarrollo.
Beneficios de la actividad física en la infancia:
- Fortalecimiento de músculos y huesos: Durante los primeros años, la actividad física adecuada promueve el desarrollo saludable del sistema musculoesquelético. Los huesos y músculos en crecimiento se fortalecen, mejorando la postura y la estructura corporal.
- Desarrollo psicomotor: La actividad física fomenta la coordinación motora, equilibrio y control del cuerpo. Los niños adquieren habilidades motoras gruesas (como correr o saltar) y finas (como lanzar y atrapar) que son cruciales en su desarrollo físico y mental.
- Conciencia corporal: Al realizar actividades físicas, los niños comienzan a desarrollar una mayor conciencia de su propio cuerpo y sus capacidades, lo que les ayuda a moverse con confianza y precisión en su entorno.
- Prevención de la obesidad infantil: En una era en la que el sedentarismo infantil puede ser un problema debido al uso excesivo de la tecnología, la actividad física ayuda a mantener un peso corporal saludable, previniendo la obesidad infantil y los problemas de salud asociados, como la diabetes y enfermedades cardiovasculares.
- Mejora de la socialización: Los deportes y actividades grupales permiten a los niños interactuar con sus compañeros, mejorar sus habilidades sociales, aprender a trabajar en equipo, respetar las reglas y desarrollar la empatía. La socialización temprana a través de actividades físicas crea una base sólida para su desarrollo emocional y social.
- Salud mental: La actividad física también tiene efectos positivos en el bienestar emocional de los niños. Jugar y moverse al aire libre libera endorfinas, reduce el estrés y la ansiedad, y contribuye a una mejor autoestima.
Actividades físicas recomendadas para niños de 5 a 7 años:
En esta etapa, lo más importante es enfocarse en actividades que promuevan el movimiento de forma divertida y segura, evitando ejercicios que sobrecarguen ciertos músculos o articulaciones. Algunas recomendaciones incluyen:
- Juegos de correr, saltar y trepar.
- Bicicleta o patineta, siempre con la debida protección.
- Natación, que trabaja todo el cuerpo de manera equilibrada.
- Juegos de pelota, como fútbol o básquetbol, pero en un ambiente no competitivo.
- Bailes y actividades rítmicas.
Conclusión
La actividad física desde temprana edad es clave para el desarrollo físico, social y emocional de los niños. Si bien no se recomienda la práctica de deportes de alto impacto a estas edades, actividades que involucren movimiento y diversión resultan esenciales para crear hábitos saludables que perduran toda la vida. Además de los beneficios físicos, la actividad física contribuye al bienestar psicológico y social, favoreciendo un desarrollo infantil integral.