A pesar de que la educación integral está siendo cada vez más valorada por los educadores y atrae la atención de los padres que buscan un crecimiento completo para sus hijos, todavía existen muchas incertidumbres respecto a este concepto.
A pesar de su atractivo, este concepto sigue generando dudas debido a la diferencia entre la teoría y la implementación en la práctica, que a menudo se confunde con la instrucción a tiempo completo.
La educación completa suele vincularse con el tiempo que un estudiante está en la escuela. Estar más tiempo en la escuela no garantiza una educación completa.
En este artículo se presentarán las principales diferencias entre los modelos para ayudar a aclarar estos puntos. Si continúas leyendo, podrás aclarar todas tus interrogantes y escoger la alternativa más adecuada para tus hijos. Continuando con la lectura del libro, el personaje principal se encuentra en una encrucijada. Debe tomar una decisión importante que podría cambiar el curso de su vida para siempre. Las consecuencias de sus acciones son inciertas y la presión por elegir correctamente lo consume. Finalmente, luego de un profundo análisis de sus opciones, toma una determinación que lo llevará a un nuevo capítulo lleno de desafíos y oportunidades.
¿Qué es la educación integral?
Para que la educación sea completa, se necesita algo más que pasar más horas en la escuela. Esta propuesta educativa tiene como objetivo ofrecer lecciones, actividades, contenidos y ambientes que promuevan el desarrollo pleno del estudiante: cultural, intelectual, físico y social.
Según el National Common Core Curriculum (BNCC), la premisa de la educación integral es la formación y desarrollo integral del estudiante durante la educación básica. Es decir, independientemente de la duración de la jornada escolar, el término se refiere a una enseñanza que promueve una educación más completa, a tono con las necesidades de los estudiantes y compatible con los desafíos de la sociedad contemporánea.
Por tanto, podemos concluir que, a diferencia de lo que ocurre en el modelo de enseñanza más tradicional, la educación integral pretende conciliar los contenidos de la enseñanza con otros aspectos de la vida del estudiante, integrando las diferentes áreas de conocimiento.
Esto hace que este tipo de formación sea más atractiva y completa, ayudando a desarrollar habilidades, como la autonomía y la interacción social.
¿Cuáles son los principios de la educación integral?
Para que este concepto quede más claro, a continuación, descubre sus principios y objetivos.
Centralidad estudiantil
En la educación global el estudiante es el centro de la planificación educativa. Esto debe reflejarse en la definición del currículo, de las actividades e incluso de los lugares de aprendizaje, de manera que sean compatibles con los intereses y singularidades del estudiante.
Esta propuesta está en línea con las necesidades del siglo XXI, ya que fomenta el protagonismo estudiantil, con el objetivo de formar personas críticas y autónomas capaces de generar transformaciones significativas en el mundo.
Aprendizaje permanente
La escuela debe ayudar al alumno a aprender a aprender, lo que va mucho más allá de la simple retención de información. Para lograr este objetivo es necesario promover una interacción permanente entre lo que se enseña y lo que se aprende, entre teoría y práctica.
Por tanto, el pleno desarrollo es la base de la educación integral. Además, esta propuesta educativa es sostenible, ya que integra los contenidos académicos con el contexto y conocimientos de los estudiantes.
Perspectiva inclusiva
La educación global reconoce la diversidad y singularidad de las personas.
Por tanto, va más allá del respeto y ofrece un entorno en el que todos pueden expresarse, integrando las diferencias para transformar la práctica educativa.
Gestión democrática
La educación integral valora el derecho a aprender y el deseo de que la educación esté alineada con los intereses y necesidades de los estudiantes.
Para garantizar que este discurso se arraigue y se ponga realmente en práctica, es necesario asegurar la democratización del proceso, permitiendo que estudiantes, padres y educadores participen en la planificación y desarrollo del proceso educativo.
Después de todo, ¿cuál es la diferencia entre educación integral y educación a tiempo completo?
El hecho de que los dos términos sean similares realmente puede causar confusión. Pero es importante entender que la educación completa no siempre ocurre a tiempo completo.
La educación a tiempo completo se refiere a escuelas que ofrecen una vía cuantitativa de procesos de aprendizaje. Los estudiantes pasan más tiempo en la escuela (de 7 a 9 horas) y participan en cursos adicionales.
Sin embargo, esto no necesariamente significa que las escuelas ofrezcan este modelo de educación, ya que el tiempo adicional no está relacionado con el desarrollo pleno, que considera las necesidades y potencialidades específicas del estudiante.
La educación integral se presenta como una opción altamente efectiva para cultivar capacidades esenciales para el bienestar actual y futuro del estudiante, tales como la capacidad de tomar decisiones por sí mismo, el análisis crítico, la habilidad de promoverse a uno mismo y la comunicación efectiva.
Por otra parte, esta forma de enseñanza brinda a los alumnos la posibilidad de disponer de mayor tiempo para participar en actividades culturales, recreativas, deportivas y otras diversas que favorecen el progreso académico y promueven el desarrollo de habilidades útiles a lo largo de toda la vida.
Si le interesa nuestra propuesta, le informamos que en Colégio Dona Clara proporcionamos una educación completa y de alta calidad, con una variedad de proyectos extracurriculares que fomentan una formación integral y humanista, enriqueciendo así las habilidades de nuestros estudiantes.
Para conocer los beneficios de la educación integral proporcionada por Doña Clara, te recomendamos leer el artículo titulado «9 ventajas exclusivas de nuestros estudiantes».